Hogar de paisajes distintivos y con un alma del Viejo Oeste, Arizona recompensa a aquellos viajeros que amplían sus horizontes y emprenden camino hacia lo inesperado. Desde asombrosas maravillas naturales hasta delicias culinarias, es el escenario de momentos memorables.
Parte del área metropolitana de Phoenix, el clima cálido de Scottsdale durante todo el año significa que da la bienvenida a millones de visitantes a sus calles en todas las épocas. Conocida como “La ciudad más Wild West del Wild West”, numerosos sitios históricos se encuentran dispersos y festivales y eventos que abarcan este patrimonio se llevan a cabo regularmente, con competencias de vaqueros y espectáculos de caballos a menudo.
Con su entorno montañoso desértico y su paisaje urbano bordeado de palmeras combinados a la perfección, hay pocas ciudades en el mundo con un ambiente tan único. Las rutas de senderismo alrededor de Scottsdale son abundantes, y la mayoría de ellas tienen vistas épicas de los icónicos cactus Saguaro que dominan el paisaje.
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En este entorno idílico, Four Seasons Resort Scottsdale está diseñado para integrarse perfectamente con el medio ambiente, con casitas de estilo adobe enmarcadas por los escarpados precipicios de Pinnacle Peak Park. Desde su spa hasta su restaurante, cada espacio del resort ha sido creado con la intención de sumergirnos en un mundo de placer.
Construido en medio de las rocas de granito de Crescent Butte, el complejo se distingue por su conexión con el entorno del desierto de Sonora. Las instalaciones encarnan la magia del desierto de Sonora a través de un diseño cuidadoso y el talento sobresaliente de los artistas y artesanos regionales. Aquí, disfrutamos de lujosas habitaciones bajo un cielo desértico que se pinta de un sinfín de colores al caer la noche.
La gastronomía en este bello resort rinde homenaje a la cultura del lugar y se funde a la perfección con la serenidad del destino – el cual ha sido catalogado como uno de los mejores lugares para obtener la paz interna.
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En Talavera, restaurante insignia del resort, los sabores latinos tradicionales cobran vida en platillos vibrantes y originales que mezclan la tradición con la vanguardia. Aquí tuve el placer de disfrutar del foie gras sellado con puré de Chirivía, pepinillo de membrillo y una espectacular salsa de canela, naranja y caramelo. Me dejé llevar por sus impresionantes cortes de carne, los cuales maridan a la perfección con la selección de acompañamientos, desde patatas bravas típicamente españolas hasta delicados espárragos a la mantequilla.
Proof, el restaurante clásico americano, ofrece una gran variedad de platillos – desde nudos de pretzel hasta bourbons de un solo barril. Con un estilo que nos transporta en el tiempo a la era del ‘wild west’, Proof es un favorito de los locales. Aquí, cada fin se semana se llevan a cabo cenas especiales hechas en un enorme ahumador. El equipo culinario prepara diferentes platos principales y postres ahumados a fuego lento inspirados en los sabores de la cultura barbacoa estadounidense.
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