París es un susurro de historias que resuenan en sus avenidas empedradas, un perfume de tiempos pasados que se funde con la vanguardia de lo moderno. Cada rincón es un lienzo donde la luz juega con la piedra, donde el lujo y el encanto conviven en una danza eterna. Es aquí, en el corazón de esta metáfora de la belleza, donde se erige el Saint James Paris, un refugio palaciego que encapsula la esencia misma de la capital francesa.
Nos adentramos en el Saint James Paris, un oasis de elegancia y exclusividad en el distrito XVI, donde la historia y el refinamiento se entrelazan con la calidez de una residencia privada. Este château-hôtel, miembro de Relais & Châteaux, evoca la opulencia de una época pasada sin perder la sofisticación contemporánea que define a la hotelería de lujo parisina.

Al cruzar sus rejas de hierro forjado, nos recibe un jardín envolvente, un rincón de serenidad en medio de la metrópoli. La fachada neoclásica, con su porte majestuoso, nos transporta a otra era, una en la que este edificio fue concebido como una fundación académica antes de transformarse en uno de los hoteles más exclusivos de la capital francesa.
Cada rincón del Saint James está impregnado de la visión creativa de la diseñadora Laura Gonzalez, quien ha sabido reinterpretar el clasicismo con un toque onírico y teatral. Desde la escalera de caracol con su balaustrada de hierro, hasta los salones envueltos en terciopelo y papeles pintados con motivos botánicos, cada detalle está pensado para evocar una atmósfera de ensueño.

Las habitaciones y suites combinan muebles de diseño a medida con piezas vintage, jugando con una paleta de colores profundos que resalta la arquitectura original. Algunas suites cuentan con terrazas privadas, un lujo raro en París, donde los huéspedes pueden disfrutar de un desayuno con vistas al jardín o una copa de champán al atardecer.

El restaurante Bellefeuille, dirigido por el chef Julien Dumas, ofrece una experiencia gastronómica que rinde homenaje a la naturaleza y a los ingredientes de temporada. Su menú, impregnado de influencias francesas y una sensibilidad contemporánea, convierte cada bocado en una expresión de arte culinario.
Para una experiencia de relajación absoluta, el Spa Guerlain del Saint James invita a sumergirse en un mundo de bienestar. Entre tratamientos a medida, sauna y baño turco, el cuerpo y la mente encuentran un equilibrio perfecto, complementado por la atención discreta y personalizada del equipo del hotel.
El Saint James Paris es un santuario donde el tiempo parece detenerse. Un lugar donde el lujo se redefine en la intimidad de un château urbano, permitiéndonos vivir París con la elegancia y el encanto de otra época.
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