La mayoría de las personas han padecido de depresión en algún momento de sus vidas, ya sea de manera leve o profunda. Y dado que existe un estigma con respecto a la enfermedad, quienes la padecen prefieren callar y muchas veces tardan mucho en pedir ayuda. Quien está deprimido va perdiendo la energía y las ganas de vivir de manera paulatina. Se va desconectando de sí mismo y pierde la ilusión del día a día. Muchas veces pueden pasar meses o años antes de que la persona que la padece se dé cuenta de que está deprimida. Y es que la depresión no sólo se presenta por un evento traumático.
“Hay diversos factores que la desencadenan, ya sea un desequilibrio bioquímico cerebral, predisposición biológica, factores sociales o estacionales, baja autoestima, cambios o separaciones”, comenta la terapeuta Paula Nieva.
Cada uno de estos tipos de depresión se trata de manera diferente, debido a su naturaleza. A pesar de ser un padecimiento común, no siempre es aceptado ya que trae consigo un estigma. Si la depresión surgió sin razón aparente, muchas personas cuestionan el por qué estás triste sin saber que los factores que la provocan no se pueden controlar.
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“Lo peor que puedes hacer es decirle a una persona deprimida: ‘Pero si tienes todo para ser feliz’”, apunta Nieva. “Estos comentarios generan mucha frustración y angustia. Motivar a una persona deprimida con un ‘échale ganas’ o ‘mira lo que tienes’ resulta contraproducente, ya que no pueden ver más allá del problema”.
Quien está deprimido no es sólo quien llora todo el día. Hay otros síntomas que no son tan evidentes pero sí igual de importantes como la ansiedad, la negatividad o el enojo, engrandecer los problemas, poca tolerancia o motivación, baja autoestima, baja productividad, dejar de hacer lo que antes disfrutabas, desconectarte de los demás, pero sobre todo, desconectarte de ti mismo. Hay personas que trabajan en exceso o realizan actividades de manera maniaca, a manera de evasión.
Motivar a una persona deprimida con un ‘échale ganas’ o ‘mira lo que tienes’ resulta contraproducente, ya que no pueden ver más allá del problema.
Una depresión que no es tratada puede acarrear problemas más graves como adicciones, problemas laborales, divorcios y rupturas familiares, además de agravar problemas de salud. De aquí la importancia de pedir ayuda a tiempo. Una terapia emocional es una herramienta muy útil para tratar esta condición. En algunas ocasiones es necesario acompañarla con medicamentos para regular los niveles de neurotransmisores del cerebro.
“Siempre recomiendo acompañar el medicamento con una terapia emocional para descubrir y superar las causas que provocan el desequilibrio”, concluye Nieva.
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Ocho cambios que te ayudarán a combatir la depresión
1. Realiza ejercicio y mantente activo físicamente.
2. Mantén una conexión con familia y amigos cercanos.
3. Realiza alguna actividad que despierte tu lado creativo.
4. Cultiva un buen sentido del humor.
5. Pon atención a tu respiración, que sea profunda.
6. Dormir las horas necesarias es muy importante.
7. Busca momentos de relajación todos los días.
8. Mantén contacto físico con las personas que quieres.
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Otras alternativas para traer sonrisas a tu vida y combatir la depresión
• La meditación.
• Consumir vitaminas del complejo B y D y ácidos Omega 3.
• Tener intenciones positivas.
• La acupuntura.
• Las flores de Bach.
• El masaje craneaosacral.
• El tapping.
• El seapop: inhalar y exhalar, subiendo y bajando las manos.
• La homeopatía.
• Los aceites esenciales.
Contacto
Paula Nieva Burgos
Facilitadora de Resonance Repatterning
Mail: paulanievab@gmail.com
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