La ciencia de la salud crece a pasos agigantados, investigadores de la Universidad de Manchester en Reino Unido, tienen en la mira un procedimiento que permitiría diagnosticar el Parkinson en tan solo 3 minutos.
De acuerdo con la European journal of neurology, las enfermedades neurodegenerativas son la principal fuente de discapacidad a nivel mundial. De estas, la enfermedad de Parkinson es el trastorno neurológico de más rápido crecimiento.
Y su prevalencia entre personas de 65 años o más es del dos por ciento con síntomas motores que incluyen: temblores, rigidez e inestabilidad postural, así como otros síntomas no motores.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, en el año 2019, un número superior aproximado a 8.5 millones de personas en el mundo sufrían de Parkinson.
En los últimos años se ha incrementado de tal forma que el aumento quizás sea a razón de un mejor diagnóstico médico y/o una detección temprana de la enfermedad.
De acuerdo con otro artículo publicado en la European journal of neurology , un escenario planteado en 2016 sobre la estimación de casos de Parkinson para el año 2050, sea de 20 millones a nivel mundial, una situación que acrecentará en personas más jóvenes.
Esta razón llevó a los científicos e investigadores de la Universidad de Manchester a buscar mecanismos actuales que identifiquen biomarcadores y otros métodos para detectar la enfermedad para proporcionar un diagnóstico más rápido y oportuno, incluso antes de que aparezcan síntomas motores graves.
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La investigación que llevaría a detectar el Parkinson en tan solo 3 minutos
Los científicos han descubierto biomarcadores específicos en las personas con Parkinson, cambios en el sebo de su piel relacionados.
Por lo que la prueba a ejecutar es tomar con un hisopo una muestra de piel y analizarla en máximo 3 minutos para buscar cambios en la mezcla química del sebo, un aceite ceroso natural producido por la piel que se ha relacionado previamente con el Parkinson.
El método se aplicó a hisopos de piel recolectados de 150 personas que arrojaron aproximadamente 4 mil 200 características de cada una, por lo que se analizaron de forma independiente.
Los datos incluyeron lípidos que difieren significativamente en el sebo de las personas con la enfermedad del Parkinson.
Incluso en un caso particular, la esposa del paciente se dio cuenta que algo iba mal con su esposo, cuando percibió que su piel expedía un ligero olor a almizcle, un hecho que sucedió varios años antes de que le diagnosticaran oficialmente la enfermedad de Parkinson.
Eso llevó al equipo de científicos de Reino Unido a relacionar el sebo con detecciones tempranas, pues se cree que está relacionado con el sistema endocrino. El mismo estudio recopila como desde 2019 se encontraron los primeros indicios sobre cómo cambiaba la mezcla química del sebo en una persona una vez que se presentaba la afección.
Pese a que por ahora se trata de un prototipo, las investigaciones continúan con experimentos y otros estudios, a fin de obtener datos contundentes y fehacientes que logren un modelo único para detectar esta enfermedad neurodegenerativa más rápido.
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