Cada 20 de mayo celebramos el Día del psicólogo, una fecha memorable en la que un día como hoy pero del año 1937, fue entregada la primera licencia para ejercer la profesión en México.
A propósito de la efeméride, en Revista Central traemos a colación un tema que es realmente importante, pero al que le tomamos poca relevancia: acudir a terapia…
¿Por qué es buena idea ir al psicólogo aunque creas que no lo necesitas?
Seguro has escuchado frases como “para qué voy con el psicólogo si no estoy loco”, o mejor aún, “¿qué pensarán de mí?”. Existe una serie de creencias que circulan alrededor de las terapias psicológicas que casi siempre terminan en los mismos puntos: es malo y me hacen ver débil.
Lo cierto es que a diferencia de lo que el pensamiento colectivo cree, las ventajas de acudir al psicólogo se producen a nivel mental, emocional y conductual, para hacer de ti una persona renovada que va por aquello que quiere valiéndose de sus fortalezas y canalizando sus procesos.
Asistir al psicólogo debe suceder de manera normal como cuando nos enfermamos del estómago, nos duele la cabeza o tenemos un resfriado, si atendemos las dolencias de nuestro cuerpo, por ende deberíamos de atender la salud de nuestra mente.
Deja de preocuparte por enfrentarte a ser juzgado, decirle tus secretos a un extraño y hasta de revivir capítulos dolorosos en tu vida, ten por seguro que el terapeuta está capacitado para tratar cualquier dolor y proporcionarte las herramientas necesarias para asimilar y trabajar las situaciones que te rodean.
Al convertirte en una persona más fuerte en el plano emocional, mejorarás tu calidad de vida.
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Así que, olvídate de que ir al psicólogo solo es para personas con problemas, es aconsejable para todos sin distinción porque puede ser un tratamiento preventivo, orientativo y hasta de autoconocimiento.
Es decir, dejar de avanzar por la vida en automático y ser consciente de quiénes somos, qué hacemos por nosotros y por los demás, así como hacía a dónde vamos, seguro que al final estarás más tranquilo, en paz, feliz y disfrutarás del viaje llamado vida.
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