El beso no solo involucra el sentido del tacto, que es una parte fundamental en este proceso afectivo, también está involucrado el sentido del gusto, pues si, saboreamos los labios de la persona que despierta esas emociones en nuestro cerebro, además del olor, donde intercambiamos feromonas por medio de la nariz, por si te preguntabas por qué nos gusta besar.
El acto de besarnos llega directo al núcleo de nuestro sistema nervioso, activando sustancias como la dopamina, endorfinas, oxitocina, serotonina y feniletilamina, que son euforizantes, a la vez que tranquilizadores.
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El beso es nuestra conexión afectiva inicial de los primeros romances que vivimos, siendo una parte sumamente importante en las relaciones de pareja, además de generar otro tipo de emociones, lo que lo convierte en una interesante función comunicativa bastante elaborada con muchísimos significados.
Existen muchas teorías de por qué nos gusta ser besados, que puede remontarnos desde que éramos pequeños, con este gesto afectivo por parte de nuestros padres y en relación con sus cuidados, pues se genera mucha estimulación con los labios, relacionándolo con emociones positivas por medio de nuestras vías neuronales, las cuales vamos construyendo para relacionar dicha estimulación con el amor, la protección y el cariño.
¿Qué se siente besar en la boca?
Cuando besas a alguien en la boca, en automático generas una conexión, liberando las sustancias antes mencionadas, que nos generan placer, bienestar, pero tabién optimismo y excitación.
Así mismo, sentimos el roce de los labios de la otra persona con los nuestros, lo que estimula las muchísimas terminaciones nerviosas que tiene esta parte del cuerpo.
¿Por qué cerramos los ojos al besar?
El acto de besarnos puede generar muchas reacciones en nuestro cuerpo, especialmente relacionadas con reflejos involuntarios como que nuestra respiración se hace irregular y más profunda, acelerando el pulso y dilatando nuestras pupilas; esta podría ser la razón por la que la mayoría de las personas cierran los ojos al besar.
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¿Cuál es la historia del beso?
Sabemos que más especies animales como otros primates también comparten la costumbre de besarse, sin embargo, en el caso de los seres humanos, los primeros registros de alguna forma de besos datan de hace 2500 y 3500 años atrás, en algunos textos antiguos encontrados en la India.
Todo comienza debido a que debajo de nuestros ojos existen glándulas que producen un olor único en cada individuo, lo que hacía que los pobladores de esta zona en la antigüedad se olieran los unos a los otros, esto provocaba que sus narices rozaran la mejilla de la otra persona, acariciando la nariz ajena en el proceso, mientras se dirigían a la otra mejilla, lo que pudo haber resultado en el roce de los labios.
Los romanos son la primera cultura donde los besos resultaban realmente como una práctica importante y más habitual, teniendo distintos tipos de beso, donde llama la atención el llamado “savium”, que para nosotros es “el beso con lengua”, siendo este término basado en la palabra “saliva”, que les encantaba practicarlo todo el tiempo.
Por otro lado, algunas culturas creían que el besarse era un acto desagradable, pero tiene sentido, pues la costumbre de lavarse los dientes no era muy común y la mayoría de las personas tenían mal aliento.
¿Crees que en esta época el beso tiene más peso que hace un par de años antes del COVID-19 y la Viruela del Mono?
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