La sociedad nos inunda a cada segundo con el ideal de la vida feliz sin cabida para la tristeza, que si bien no es imposible de alcanzar, no forma parte de nuestra condición y realidad.
Tenemos la fortuna de ser multifacéticos, personas con una amplia gama de sentimientos que van desde los “positivos” como la felicidad, hasta los “negativos” como la tristeza, pueden ocurrir en distintos momentos, lo que nos hace ser humanos.
De acuerdo con el Doctor en Psicología de la Universidad de Alicante, Antonio Vallés, la tristeza abarca sentimientos de soledad, apatía, desconsuelo, melancolía, pesimismo, desánimo, entre otros y se refleja con una falta de interés por actividades que antes resultaban atractivas, además de verte desde una perspectiva negativa en todas las situaciones, incluso antes de que sucedan.
La tristeza es una emoción necesaria ya que activa la toma de consciencia de nosotros mismos y nuestro entorno para afrontar pérdidas, desilusiones o fracasos. Ser conscientes sobre nuestra tristeza nos hace sentir empatía con la tristeza de otros y por tanto con su duelo, lo que es benéfico ya que ayuda a crear redes de apoyo.
En la psicología se manejan distintas técnicas para saber cómo sobrellevar la tristeza, entre las que destacan cuatro:
Forma parte de nuestra gama de emociones
El primer paso es aceptar que la tristeza y cualquiera de sus gamas de percepciones, es un sentimiento natural en nuestra vida, aunque veamos todo gris y nos esforcemos por ocultarla, la mejor opción será afrontarla, aunque duela. De esa forma evitamos que el sentimiento nos inunde y eche raíces en nuestros pensamientos.
Cuando te sientas triste, acéptalo con normalidad y reflexiona sobre qué quiere decirte, no trates de evitarla.
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Adiós vergüenza
A la mayoría de personas nos enseñan a esconder la tristeza o enmascararla con otras situaciones, incluso aceptar que nos sentimos tristes es acto de vergüenza, por lo que aceptarla, afrontarla y saber que es algo natural en nuestra gama de emociones, es pieza clave para no sentir pena por sentirla, incluso debes pensar que ese mismo sentimiento podría sentirlo ahora mismo tu mejor amiga, o compañera de oficina.
Incluso llegar a compartir tu sentir con otras personas podría ayudar a aligerar la carga que llevas, trata de platicarlo con personas cercanas a ti para que la tristeza pierda intensidad y así puedas mirarla con más objetividad.
Cuida tu cuerpo
En yoga se dice que el cuerpo es el hogar de tu alma, por lo que cuidarlo y amarlo es una pieza clave para afrontar la tristeza de buena manera, “abrazarla” y darle espacio al siguiente sentimiento, cualquiera que sea.
Práctica rutinas de ejercicio que hagan mover todo tu cuerpo, como las clases de zumba o de cardio, haz lo que más te gusta, pinta, canta, escribe, dale play a tu música favorita y toma mucha agua, eso te calmará y ayudará. Si no te sientes motivada aún así hazlo, será una forma de despabilar los pensamientos.
Aprende del pasado
Las emociones van y vienen, tenemos varios días felices como tristes, recuerda qué ocurrió la última vez que te bajoneada y sin motivación y qué hiciste para mejorarlo, además de tomar en cuenta los sucesos que propiciaron que se desencadenara ese sentimiento, de esa manera podrás enfrentar la situación actual por la que estás atravesando.
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Toma en cuenta que la orientación de un profesional de la psicología es importante para que aprendas a conocerte y saber cómo reaccionar ante distintas emociones, además de que ellos son los únicos que podrían recetarte y brindarte la atención médica que llegaras a requerir en caso de que tu situación empeore.