Todas las personas que han visitado el ginecólogo saben que realizarse un examen pélvico puede ser una experiencia incómoda, que somete a la persona a un grado de vulnerabilidad que puede generar ansiedad o hasta llevarla a postergar una examinación que podría ayudarle a detectar enfermedades y anomalías.
La importancia de estos exámenes es fundamental para la salud reproductiva de las personas con vaginas. En México se ha documentado tres veces mayor riesgo de mortalidad por cáncer cervical en áreas rurales en comparación con las personas que viven en áreas urbanas. Por ello, se han impulsado coberturas mayores al 70% del papanicolau en México, y desde 2005 el tratamiento de cáncer cervicouterino se incluyó en el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos.
Como millones de personas con vaginas, un grupo de diseñadoras liderado por Rachel Hobart, directora asociada de diseño, y Fran Wang, ingeniera mecánica senior en frog , coincidió en que un examen pélvico es una experiencia incómoda y se preguntaron cómo podría mejorar. En 2017 comenzaron el proyecto de Yona , con el cual intentan resolver la pregunta y hacer de los exámenes pélvicos una experiencia más humana, empática e inclusiva.
El equipo definió dos áreas para mejorar: primero, se dieron a la tarea de rediseñar el espéculo o ‘pato’, el instrumento empleado para realizar un examen pélvico. Después, imaginaron maneras de mejorar la experiencia alrededor de la examinación desarrollando una app en la que la persona puede hacer preguntas e informarse con mayor detalle sobre el examen antes de realizarlo, e incluso incluye una guía de meditación para ayudar a tener un mejor estado mental antes del examen.
Cuando las diseñadoras comenzaron a trabajar en Yona, se sorprendieron al ver que el espéculo casi no había cambiado desde hace casi 200 años, cuando lo inventó un hombre llamado J. Marion Sims (señalado por múltiples prácticas misóginas y racistas).
Por ello, el equipo multidisciplinario de frog rediseñó el instrumento para hacerlo más amigable, con una apertura menos amplia pero funcional; recubierto de silicona quirúrgica para que no sea tan frío y permite al médico o doctora manipularlo con una sola mano, incluso el color está pensado para que deje de lucir (y sonar) como un aparato mecánico intimidante.
El equipo de Yona se esforzó por rediseñar la experiencia de los exámenes pélvicos para hacerla más inclusiva, por ello prefieren hablar de ‘personas con vaginas’ y no solo de mujeres. “El diseño para personas con vaginas por parte de personas con vaginas es importante porque se basa en un nivel inherente de empatía ya que tenemos una experiencia compartida. Somos tanto pacientes como diseñadorxs e ingenierxs y, si bien nuestra experiencia no es representativa de todas las experiencias, nos acerca a comprender por lo que pasan las personas al hacerse el examen”, asegura Rachel Hobart, Directora Asociada de Diseño en frog.
Nuestro trabajo consiste en utilizar el diseño para demostrar que las herramientas pueden funcionar mejor que solo ‘bien’, que pueden hacer el trabajo y satisfacer las necesidades modernas de pacientes y proveedores.
Con Yona y el rediseño del espéculo, el equipo confía en que las personas se sientan mejor para realizarse un examen pélvico y que, con ello, más personas se animen a realizarse esta importante examinación y se rompa un ciclo de inercia en el que esta experiencia no cambiaba porque funcionaba “bien”.
“Los diagnósticos evolucionan lentamente debido a las limitaciones de las pruebas médicas y las regulaciones, así como a la inercia institucional. Las cosas que funcionan ‘bien’ persisten durante mucho tiempo porque traer una alternativa mejor requiere invertir tiempo, esfuerzo y dinero. Nuestro trabajo consiste en utilizar el diseño para demostrar que las herramientas pueden funcionar mejor que solo ‘bien’, que pueden hacer el trabajo y satisfacer las necesidades modernas de pacientes y proveedores”, asegura Rachel Hobart.
Checa su Instagram: @yona.care